15 videojuegos indie con guiones alucinantes (Parte 2)

Segunda parte (de tres) de esta lista que estamos confeccionando con la intención de desgranar un poco el panorama de videojuegos independientes. O, por lo menos, de dar cuenta de aquellos títulos que se han hecho imprescindibles en los últimos años gracias a un guión brillante, ingenioso, novedoso o que es capaz de colocar los videojuegos en el terreno del arte que se autocuestiona y toma responsabilidades.

 

Tras joyas como Braid, Dear Esther o The Stanley Parable aquí van cinco títulos más que nadie debería perderse:

Broken Age

Lo último de Tim Schafer (nombre determinante en la industria) es una historia presentada en dos episodios y que lleva en paralelo la vida de sus dos protagonistas. Una narración desdoblada que puede ser alternada a conveniencia del jugador: Shay es un chaval en una estación espacial del futuro; Vella una adolescente a la que van a conceder el hipotético honor de ser devorada por una bestia mítica. Ciencia ficción y fantasía cruzadas en dos vidas que discurren en paralelo para esta historia que indaga en los sentimientos suscitados por el paso a la edad adulta: Broken Age versa sobre la maduración, la adolescencia y la sed de esas aventuras que nos permitan romper con la rutina. Sobre la libertad y la capacidad de labrarse un futuro propio, divergente de aquel que a uno se le asigna por defecto. Y sí, como point and click el juego ofrece puzzles y retos muy fáciles, algunos incluso pueriles, pero a cambio también regala toneladas de sensibilidad, unos personajes carismáticos y un apartado visual y sonoro (por cierto, Elijah Wood da voz al prota) que son una auténtica cucada.

 

 

Caged

Vale, Caged no es exactamente un videojuego. Lo es, claro, pero su puesta en escena y jugabilidad son mínimas (tanto como que esto se produjo a contrarreloj a modo de reto técnico y narrativo) y su, digamos, tamaño, es irrisorio: puede descargarse en un tris de su página web (http://artgames.itch.io/caged). Un hombre está encerrado en una celda, sin explicaciones, sin perspectivas y sin apenas nada con lo que interactuar. Al jugador se le ofrecen limitadísimas posibilidades: usar uno de esos pocos objetos, romperlo o, simplemente, no hacer nada. Lo que los creadores de Caged buscan es un efecto rápido y directo de identificación: al poco de haber empezado a jugar uno ya siente en el estómago y en el cerebro el zumbido del agobio, el desasosiego, la soledad y la presión de estar encerrado. Y unos instantes después a uno ya le empiezan a cruzar pensamientos siniestros por la cabeza. La realidad se distorsionará y las sensaciones irrespirables crecerán y crecerán hasta… En fin, no sabemos muy bien qué, pero lo que está claro es que Caged logra efectos máximos con los mínimos elementos.

 

videojuegos - caged

 

Elegy for a Dead World

Extraña obra. Curiosísima hasta el punto de, de nuevo, alejarnos del concepto tradicional de juego. En Elegy for a Dead World el jugador se embute bajo el traje espacial y la escafandra de un explorador sideral, un astronauta a la deriva en un espacio indefinido poblado por planetas a descubrir. La particularidad, que dicho astronauta es también un escritor y que su cometido será el de poner palabras a los mundos que vaya visitando. ¿Perdón? Sí, Elegy for a Dead World es un juego al que se juega escribiendo, lo cual le cierra las puertas de, aproximadamente, el 99% de jugadores potenciales. Da igual, el 1% restante se encontrará con la aventura electrónica más original (también es un rato bella a la vista, por cierto) que se haya parido recientemente, una especie de sandbox donde lo que importa es eso, afilar la creatividad y regalarle una Historia a cada uno de los mundos en cuestión. Un proceso de escritura que puede ser libre e ilimitado o que puede ceñirse (a elegir) a unas líneas maestras marcadas por el propio juego. Un proceso de invención, caramelo para guionistas, claro, que luego además puede ser compartido con otros jugadores, autores de sus propias historias, diseñadores particulares de su propio juego. Suena raro, suena distinto pero, si uno lo piensa en términos de creatividad suena muy, muy bien.

 

 

The Plan

La verdad, no recuerdo que nunca antes tan poco videojuego hubiera dado para tanto. A saber: uno pulsa el start y en la pantalla aparece una mosca posada sobre un tronco en mitad de un bosque húmedo y oscuro. Asumimos que nosotros controlamos al insecto y al poco nos damos cuenta de que sólo podemos hacer una cosa: volar hacia arriba. Cinco minutos después el juego se ha terminado. En medio no pasan precisamente demasiadas cosas. Y, a pesar de todo, The Plan ofrece un repertorio de temas y sugerencias muy, muy serio. No desvelaremos el final, a medio camino de la reflexión existencial y la broma estúpida, pero sí conviene decir que el mismo ofrece una espesura filosófica de considerable calado. En toda su pequeñez y modestia The Plan es una meditación entorno a la insignificancia del ser individual frente al Universo, de la predestinación (sí, este también, y esperad que hay alguno más) y la inexorabilidad del tiempo, del poder de la de voluntad y de la lucha contra las fuerzas naturales. Para los creadores de The Plan los humanos no somos tan diferentes de las moscas (al fin y al cabo se dice que genéticamente estamos más cerca de ellas que de los monos, ¿no?) y las moscas son seres tan dignos como al mismo tiempo insignificantes. Probarlo es una experiencia tan mínima como euforizante.

 

 

The Talos Principle

En apariencia The Talos Principle es uno de esos clásicos videojuegos en primera persona cuyo objetivo es resolver una serie de puzzles de carácter lógico (mediante un gameplay muy Portal) en un bellísimo entorno que combina atmósfera mediterránea con futurismo. Bien, pues hay más, mucho más detrás de su (falsa) apariencia de juego para móvil glorificado. En realidad The Talos Principle es un fascinante y cautivador ejercicio de autocuestionamiento y un tratado de filosofía postmoderna: no es casual que el jugador sea en este caso un robot y que a lo largo de su periplo de resoluciones lógicas vayan surgiendo cuestiones relacionadas con la vida real, la inteligencia artificial, la iluminación, el libre albedrío y la noción de existencia creada por un ser superior. Estética, pero especialmente temáticamente, la propuesta del estudio Croteam desarrolla conceptos de filosofía clásica y los integra en corrientes contemporáneas relacionadas con la robótica en una mezcla exquisita y nutritiva.

 

 

Habrá más, un colofón de la lista en una tercera parte que se prevé épica. Mientras llega, ¿por qué no rescatas la primera parte aquí? Qué se yo, se acerca la Navidad, a lo mejor el viejo Santa se enrolla y regala videojuegos…